Aunque en la actualidad el trastorno bipolar (también conocido como trastorno afectivo bipolar -TAB-) no tiene cura, un tratamiento psicológico adecuado es imprescindible para controlar el trastorno en su aspecto de recurrencia e intensidad de los síntomas (el grado de afectación que provocan en las personas), intentando mejorar y prevenir tanto los episodios maníacos como los depresivos para que la persona desarrolle su vida cotidiana dentro de la máxima normalidad y mejorar también la cronicidad, provocando que la evolución a largo plazo sea lo mejor posible.
Todas las personas experimentamos altibajos normales en nuestro estado de ánimo, con el trastorno bipolar, la variedad de cambios de estado de ánimo puede es extrema. Las personas con este trastorno desarrollan episodios maníacos o estados de ánimo inusualmente elevados en los que pueden sentirse muy felices, irritables o "animados", y en los que hay un marcado aumento en el nivel de actividad - desarrollando proyectos vitales o laborales con muchas ganas y expectativas- y que tienen una duración de días (más de siete días) que se alternan con episodios depresivos, en los que predomina emocionalmente la tristeza, la indiferencia y/o la desesperanza, combinados con un nivel de actividad muy bajo, abatimiento, desmotivación, descuido de los hábitos y retracción social.
La aternancia a lo largo del tiempo de los episodios maníacos con los depresivos acaba provocando el que la persona no pueda llevar una vida normal y funcional, ya que dicha alternancia provoca un fuerte impacto en sus distintos ámbitos: personal, profesional, familiar y social. En este sentido la terapia psicológica de corte cognitivo y conductual dota a la persona de herramientas y estrategias para minimizar dicho impacto y normalizar así lo máximo posible -según sea el caso- su día a día.
EL TRASTORNO BIPOLAR suele empezar ( o darse a conocer) con una fase aguda de síntomas de depresión o manía, que es seguida por un curso de recidivas (repeticiones) y remisiones. Las remisiones suelen ser completas, pero muchas personas suelen tienen síntomas residuales, y para algunos, su capacidad laboral y social queda gravemente deteriorada. Las recidivas son episodios marcados por síntomas más intensos que son maníacos, depresivos, hipomaníacos o una mezcla de características depresivas y maníacas.
Los episodios duran desde algunas semanas hasta 3 a 6 meses: los episodios depresivos suelen ser normalmente más duraderos que los episodios maníaco o hipomaníaco.
Los ciclos, es decir el tiempo que transcurre desde el inicio de un episodio hasta el siguiente, tienen una duración variable. Algunas personas tienen episodios esporádicos, tal vez sólo algunos pocos durante toda la vida, mientras que otros tienen formas de ciclado rápido (que habitualmente se definen como ≥ 4 episodios/año). Sólo una minoría alterna entre la manía y la depresión con cada ciclo; en la mayoría predomina una u otra.
En nuestro centro de psicología intervenimos para mejorar la sintomatología y las condiciones de vida de nuestros pacientes con diagnóstico de trastorno bipolar.
PSICOTERAPIA PARA EL TRASTORNO BIPOLAR.
La psicoterapia es una parte fundamental del tratamiento para el trastorno bipolar y puede realizarse en forma individual, familiar o grupal. Existen varios tipos de terapias que pueden ayudar. Estas comprenden las siguientes:
En nuestro centro de psicología de Valencia somos especialistas en integración terapeútica para el trastorno bipolar. Whatsapp: 600440004.
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