AMBITOS DE ACTUACIÓN:
Servicios sociales: ayuda a domicilio, evaluación de la necesidad y el tipo de prestación a desarrollar y también intervención prestando apoyo a cuidadores de enfermos con
demencias, especialmente a familiares cuidadores de enfermos de Alzheimer.
Deficiencias, discapacidades y minusvalías: función de diagnóstico en las discapacidades ísicas, psíquicas o sensoriales que tiene como objetivo la integración social y la
igualdad de oportunidades de personas discapacitadas.
Juventud: lograr la integración familiar, escolar y laboral de los jóvenes, intervención en problemas como riesgo de drogodependencias, hábitos saludables, educación sexual,
etc. Intervención para la prevención en temas de delincuencia, adicciones, fracaso académico, sexualidad, etc.
Inmigración: intervención para la integración de la persona inmigrante. Trabajo en el ámito de la adaptación a las normas, formas y costumbres, asertividad para la adecuada
comunicación social de los derechos propios y una adecuada integración social y laboral.
Mujer: asesoría dirigida a mujeres que sufren o han sufrido malos tratos, agresiones sexuales o han tenido un aborto traumático. Terapia de apoyo para mejorar la
autoestima y orientación en el proceso de toma de decisiones necesarias para reorientar su vida de forma positiva.
Problemas de IDENTIDAD SEXUAL: la identidad HOMOSEXUAL en nuestro contexto social y cultural existe desde siempre: la falsa creencia de que los
HOMOSEXUALES no comparten identidad alguna es tan sólo un mito (un error...). Es absurdo pretender que esta identidad no existe y que no influye en la vivencia que cada uno tenga de
sí mismo a nivel individual y/o colectivo. Mi trabajo como psicólogo consiste en ayudar a aceptar y reconocer la propia identidad y a proyectarla adecuadamente a nivel social (al entorno)
mediante una adecuada comunicación de la misma.
Los MALOS TRATOS a la mujer y la VIOLENCIA DE GÉNERO es uno de los mayores problemas de nuestra sociedad (a la que llamamos civilizada): el número de mujeres maltratadas y/o asesinadas por su pareja o expareja sigue creciendo en nuestro país día tras día. Es obligación de todos ser concientes de ello y aportar aquello que esté en nuestra mano para su solución.
¿Qué está pasando? En España, se estima que la violencia de género afecta al 20-25% de las mujeres. Además de las consecuencias dramáticas (homicidios, lesiones físicas..) de las que somos testigos a través de los medios de comunicación últimamente con demasiada frecuencia, existen otras consecuencias que no por ser menos visibles, son menos importantes.
Las consecuencias psicológicas de la violencia de género son más frecuentes y graves que las físicas, salvo casos excepcionales como los de muertes o lesiones graves. Entre éstas,
cabe destacar el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y la depresión, así como trastornos de ansiedad y problemas relacionados con el abuso de
sustancias (alcohol y drogas). Cabría mencionar también la alta incidencia de problemas derivados de la baja autoestima.
Además, la violencia sobre las mujeres tiene no sólo consecuencias sobre su propio bienestar, sino también sobre sus familias (las conductas violentas se aprenden y se transmiten de padres a hijos) y
la comunidad. A este nivel, consecuencias comunes son:
· Laborales (absentismo o abandono del trabajo).
· Sociales (limitaciones para relacionarse con otras personas).
· Del tiempo libre (aislamiento, control, trámites legales, juicios, etc.).
· Familiares (afectación hijos, respuesta negativa de allegados).
· De pareja (desconfianza para restablecer relación de pareja).
Es importante comentar también que las mujeres víctimas de malos tratos por parte de sus parejas o exparejas pueden tornarse dependientes y sugestionables y encontrar serias dificultades para
tomar decisiones por sí mismas. La relación con el maltratador agrava las consecuencias psicológicas que las mujeres sufren por el abuso. Los vínculos legales, financieros y afectivos que
las víctimas de la violencia de género tienen a menudo con maltratador, acentúan sus sentimientos de vulnerabilidad, pérdida, engaño y desesperanza. Por ello, las mujeres maltratadas
frecuentemente se aíslan y se recluyen tratando de esconder la evidencia del abuso y por tanto la tarea (importantísima para la prevención) de detección y denuncia se complica
enormemente.
TELÉFONO CONTRA EL MALTRATO: 016
Servicio anónimo en el que la llamada no deja rastro en el terminal de la mujer maltratada.
ACOSO PSICOLÓGICO / ACOSO MORAL
El acoso moral se produce en un lenguaje totalmente indirecto. El/la agresor/a siempre puede negar la agresión. Esta se traduce en alusiones, insinuaciones y sobretodo con el lenguaje no
verbal. El lenguaje no verbal pertenece al registro de lo intuitivo o sea, de lo que normalmente no se nombra. Actualmente se incide mucho en la significación de los gestos, actitudes, miradas,
sonrisas. Sin embargo, así como resulta lógico defenderse ante un empujón o un insulto, poca gente se defiende de una mirada despreciativa, de odio, o una sonrisa llena de burla. Se sabe que el 80 %
del significado de las palabras nos lo da precisamente lo que no se dice. Cuando la agresión se realiza con palabras, normalmente no estriba en lo que se dice sino en cómo se dice, ante quien se dice
y qué sentido tiene.
Formas más comunes de acoso:
- MOBBING: acoso laboral (en el lugar de trabajo).
- BULLYING: acoso escolar (en el ámbito académico).
- ACOSO FAMILIAR: en el ámbito familiar.
- ACOSO POR PARTE DE LA PAREJA.
Intervención psicológica en víctimas de acoso:
Tel: 600 44 00 04.
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