Psicólogo especialista en el tratamiento de trastornos de ansiedad.
La ansiedad (del latín anxietas, 'angustia, aflicción') es una respuesta emocional o conjunto de respuestas que engloba: aspectos subjetivos o cognitivos
de carácter displacentero, aspectos corporales o fisiológicos caracterizados por un alto grado de activación del sistema periférico, aspectos observables o motores que suelen implicar comportamientos
poco ajustados y escasamente adaptativos.
La ansiedad tiene una función muy importante relacionada con la supervivencia, junto con el miedo, la ira, la tristeza o la felicidad. En la actualidad se estima que un 20.5% o más de
la población mundial sufre de algún trastorno de ansiedad, generalmente sin saberlo.
Tratamiento de:
- Trastorno de pánico.
- Trastorno obsesivo compulsivo: TOC.
- Trastorno por estrés postraumático: TEPT.
- Fobia social.
- Agorafobia.
- Fobias específicas: aerofobia, amaxofobia, claustrofobia.....
- Trastorno de ansiedad generalizada: TAG.
FOBIAS ESPECÍFICAS:
- FOBIA A CONDUCIR (AMAXOFOBIA): programas personalizados de tratamiento de la amaxofobia que incluye prácticas de conducción.
- FOBIA A VOLAR O A LOS AVIONES (AEROFOBIA O AVIFOBIA).
- FOBIA A LA SANGRE Y A LAS INYECCIONES.
- FOBIA AL VIH.
- FOBIA SOCIAL.
- MIEDO A HABLAR EN PÚBLICO.
- MIEDO A ATRAGANTARSE: FAGOFOBIA.
- MIEDO A PONERSE ROJO: ERITROFOBIA.
- CLAUSTROFOBIA.
- OTRAS FOBIAS: A CIERTOS ANIMALES, A LAS ALTURAS, A LA MUERTE (NECROFOBIA)......
PROGRAMAS PERSONALIZADOS DE ENTRENAMIENTO FÍSICO Y PSICOLÓGICO PARA EL CONTROL VOLUNTARIO DE LA ANSIEDAD:
La relajación aplicada enseña a las personas con trastornos de ansiedad a controlar sus síntomas por medio de la utilización de la imaginación y el control muscular.
Las técnicas de relajación, tales como la respiración diafragmática, la meditación y la visualización, pueden aliviar algunos de los síntomas físicos más
molestos y con un adecuado programa de entrenamiento a lo largo del tiempo llegar a controlarla definitivamente.
PROGRAMAS PERSONALIZADOS DE MODIFICACIÓN DE MALOS HÁBITOS:
Tener hábitos de consumo saludables es aconsejable para cualquier persona. En el caso de las personas con trastorno de ansiedad, como en otras enfermedades, está especialmente indicado.
Para superar la ansiedad es fundamental modificar los malos hábitos:
- Hábitos alimenticios.
- Hábitos de consumo de sustancias: café, cannabis,cocaína,tabaco.....
- Hábitos horarios.
- Hábito a la automedicación.
- Hábitos sedentarios.
PRONÓSTICO.
En general, el pronóstico de mejoría de los problemas y trastornos de ansiedad
es bueno. Con un tratamiento apropiado, alrededor del 50% de los pacientes mejoran
en las primeras 3 semanas de iniciar el tratamiento y el 77% mejora dentro de los primeros 9 meses.
TRATAMIENTO DEL ESTRÉS.
El estrés psicológico puede entenderse como una sobrecarga para el individuo. Esta sobrecarga depende tanto de las demandas de la situación, como de los recursos con los que cuenta el
individuo para afrontar dicha situación. Cuanto mayores sean las demandas de la situación y cuanto menores sean los recursos del individuo, la sobrecarga será mayor.
Es una relación particular entre la persona y el entorno que es evaluado por ésta como amenazante o desbordante de sus recursos y que pone en peligro su bienestar. Desde esta perspectiva,
se considera más importante la valoración que hace la persona de la situación a la que se enfrenta que las características objetivas de dicha situación.
El estrés puede producir enfado o ira, irritabilidad y tristeza-depresión y entre otras reacciones emocionales. Además, podemos identificar claramente otros
síntomas producidos por el estrés, como son el agotamiento físico, la falta de rendimiento, bloqueos, problemas sexuales (impotencia, eyaculación precoz, vaginismo, falta de
deseo sexual), insomnio, etc.
La mejor terapia es la que te reta a generar un cambio en tu estilo de vida o en tu estilo de pensamiento, es una terapia que te anima a reconectar con tus emociones, a conocerte a ti mismo y recuperar la confianza en ti.
La mejor terapia para la ansiedad es la que te ayuda a reconectar también con la valentía y fortaleza interior, y sobre todo, con la confianza de que estás a salvo y de que puedes vivir como quieres vivir.
La mente es la principal causa de tu ansiedad, la manera en la que interpretas la realidad, en cómo te viajas al futuro y en cómo crees todo lo que piensas. Así es que es fundamental que empieces a desmentir los pensamientos que no son verdad, básate en los hechos más que en tus pensamientos, y descubre las creencias que te están aprisionando.
DATOS
La etiología de los trastornos de ansiedad es compleja y a menudo poco conocida. Como ocurre en otros trastornos, no existe una única causa o factor implicado en su génesis y mantenimiento. En los trastornos de ansiedad interactúan factores biológicos o constitucionales y factores ambientales. Entre los primeros se encuentran los factores genéticos, biológicos (alteraciones en la anatomía cerebral, en los neurotransmisores, etc.) o constitucionales, como el temperamento. El temperamento sería ‘el conjunto de pautas reactivas emocionales y autorreguladoras de origen en buena parte innato que se mantienen constantes a lo largo del desarrollo’ (Echeburúa, 1993). Dicho de otra forma, el temperamento sería la parte innata de la personalidad. Estos factores predisponen al individuo a padecer trastornos de ansiedad. Estos factores biológicos y constitucionales interactúan con otros ambientales dando lugar a un trastorno de ansiedad. Entre estos factores ambientales destacan los acontecimientos vitales o situaciones traumáticas, el estilo educativo de los padres, y, en general, los procesos de socialización del niño-adolescente-adulto en los diferentes ámbitos de su vida: familia, escuela, amigos, trabajo, etc.
El papel y el peso de cada uno de estos factores dependerá de cada persona y de cada trastorno de ansiedad. Así, por ejemplo, un joven puede desarrollar un miedo intenso a los perros (o fobia a los animales) tras la mordedura de uno de éstos (situación traumática). Su aversión a los perros puede ser mayor si ha visto en otras personas, por ejemplo en su familia, comportamientos de rechazo o miedo relacionados con los perros, o si este joven es bastante ansioso desde pequeño y lo manifiesta en diferentes ámbitos de su vida (tiene cierta predisposición a la ansiedad). En otros trastornos, por ejemplo en el Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC), puede jugar un papel importante la herencia o carga genética del trastorno. Es frecuente que una persona que padezca TOC tenga antecedentes familiares de este trastorno o de otros trastornos emocionales. Sin embargo, en este caso la genética no se lleva todo el protagonismo. La gravedad de este problema también depende del grado en que la familia o las personas cercanas al que lo padece participan en sus rituales y le ayudan de algún modo a mantenerlos. En la fobia a los animales los factores ambientales pueden jugar un papel principal; en el TOC es probable que el inicio del problema se asocie a factores genéticos y biológicos y que su mantenimiento se explique por factores ambientales.
Las situaciones traumáticas o acontecimientos vitales (accidentes, lesiones, incendios, inundaciones, separaciones, muertes, etc.) pueden precipitar la aparición de un trastorno de ansiedad. Por ejemplo, muchas fobias específicas se suelen iniciar tras la vivencia de un suceso traumático relacionado con el objeto fóbico: miedo a los ascensores tras quedarse encerrado en uno de ellos, miedo a ir en coche o a conducir tras sufrir un accidente al volante, etc.
MAYOR EFICACIA DE LA TERAPIA PSICOLÓGICA FRENTE A LOS PSICOFARMACOS.
Diferentes estudios, entre los que destaca Cano Vindel (2011) (2012), demuestran que el tratamiento exclusivamente farmacológico, cronifica el trastorno, desarrolla nuevos trastornos psicológicos, hay recaídas frecuentes, hay una alta tasa de abandono, hay un aumento de la discapacidad y consiguientemente una disminución de la calidad de vida.
En cambio la terapia psicológica para el tratamiento de la ansiedad estaría enfocada en las cogniciones y las conductas motoras, desarrollando acciones dirigidas a identificar los pensamientos, creencias, las emociones y las sensaciones que surgen y que provocan respuestas de huida y evitación, ofreciendo alternativas y desarrollando estrategias funcionales.
Las investigaciones arrojan datos concluyentes de que la terapia psicológica por sí sola, además de reducir los síntomas de ansiedad, mantiene estos cambios a largo plazo con una disminución significativa del riesgo de recaídas y un elevado número de recuperación.
Es decir, todo apunta a que la terapia psicológica ofrece a los pacientes recursos suficientes para no solo gestionar su situación actual de forma más eficiente, sino también a manejar situaciones de ansiedad futuras.
Como podemos ver el tratamiento de la ansiedad sin fármacos no solo es posible sino que aporta grandes ventajas y beneficios.
Esta tendencia a sobremedicalizar a los pacientes, no es algo nuevo y se lleva denunciando desde hace años. Muchos son los investigadores que con sus estudios sobre la verdadera eficacia de los ansiolíticos y antidepresivos y sus efectos nocivos a largo plazo aportan evidencias para abordar los trastornos de ansiedad de una manera diferente.
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