TERAPIA DE FAMILIA.
La familia es una estructura viva y cambiante a lo largo de los años, que tiene entidad propia y se puede ver afectada en momentos difíciles. Por eso, la terapia familiar aporta
soluciones saludables ante los cambios que habría que producir para llegar a tener un ambiente más saludable y dar soluciones para todos los miembros.
La Terapia Familiar se centra en la familia (tanto la tradicional formada por padres e hijos, mono parental como reconstituida o la formada por parejas homosexuales) como unidad de
trabajo, teniendo en cuenta las necesidades de cada uno de sus miembros.
La Terapia Familiar se orienta hacia aquellas personas que al formar parte de un mismo núcleo familiar comparten dificultades pero también un deseo común de afrontarlas y superarlas. Se
lleva a cabo con la participación de todos miembros de la familia, o de los afectados o por parte de alguno uno de ellos. Cuando uno cambia su manera de relacionarse con los demás, también modifica
las relaciones con la familia ya que esta es una unidad, cualquier cambio en uno de sus integrantes transforma la estructura general, produciendo así un beneficio
global. Y, moviliza los recursos necesarios dentro la propia familia para poder ayudar y apoyar a aquellos miembros que estén pasando por dificultades a un nivel personal
.
Las indicaciones de la Terapia de Familia:
. Como complemento puntual a terapias individuales donde el respaldo de la familia sea importante, situaciones de crisis personal y/o familiar, adopciones, etc…).
. En momentos puntuales donde situaciones en la vida están causando un alto estrés en la familia y se han deteriorado las relaciones,
. En situaciones en donde la familia pueda necesitar orientación sobre cómo poder comportarse, movilizar los recursos de la familia, como en el
diagnóstico de una enfermedad crónica (física o mental) que está siendo duro para todos, los cambios a nivel laboral (despidos, paro, prejubilación, jubilación), nacimiento y crianza de los hijos,
etc.
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